Alergia alimentaria: precauciones en el comedor escolar
- Un tercio de las reacciones anafilácticas comienza en el colegio

A lo largo de la última década, el número de personas que sufre algún tipo de alergia alimentaria se ha multiplicado. Según la Seaic, las cifras de afectados han pasado de rondar el 2 o el 3 por ciento en 1992 a situarse en torno al 7 por ciento en 2005. El mayor incremento se ha observado en niños y adolescentes. Por esta razón, la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica ha elaborado un documento sobre estándares mínimos internacionales para la alergia infantil en la escuela, con el fin de homogeneizar los requisitos mínimos para la seguridad de los niños escolarizados que sufren alergia en todo el mundo. En España, el Documento de consenso sobre recomendaciones para la escolarización segura del alumnado alérgico a alimentos y/o látex, pretende orientar sobre la forma de actuar ante una emergencia sanitaria en el centro educativo. Estas son las consideraciones que deben tenerse en cuenta para prevenir reacciones alérgicas en los comedores escolares:
- Formación del personal: El personal encargado de
la atención y cuidado del alumnado en los comedores escolares debe tener
una formación específica, de manera que pueda detectar y prevenir
posibles problemas de salud, inmediatos u a largo plazo, relacionados
con la nutrición.
- Menús especiales: Los escolares con intolerancias o
alergias alimentarias diagnosticadas por especialistas deben poder
optar a un menú especial adaptado a sus necesidades, siempre y cuando
“las condiciones de organización e instalaciones lo permitan”. En el
supuesto de que no existan las garantías necesarias para la elaboración
de los menús especiales, o el coste adicional de dichas elaboraciones
resulte inasumible, el centro debe facilitar los medios de refrigeración
y calentamiento adecuados para que los niños puedan conservar y
consumir el menú especial proporcionado por la familia. En estos casos,
siempre y cuando no exista el derecho a comedor gratuito, la familia
asumirá la parte proporcional de los costes que corresponda por el
servicio de atención y cuidado del alumnado realizado por el personal de
comedor.
- Guantes de látex: los cocineros y manipuladores de alimentos del centro educativo deben evitar el uso de guantes de látex con el fin de impedir la transferencia de proteínas de látex a los alimentos, que pueden ser la causa de reacciones anafilácticas en niños sensibilizados.
Dada su gravedad, es crucial reconocer los síntomas de la anafilaxia "y no demorar inútilmente el tratamiento con los dispositivos de adrenalina autoinyectable, ya que puede marcar la diferencia entre una reacción controlada y una reacción grave con riesgo de muerte. Posteriormente, es esencial que el alergólogo realice un diagnóstico enfocado al origen de la reacción y educar al paciente, a sus familiares y a los profesores sobre cómo evitar la causa desencadenante, cómo reconocer la reacción alérgica y cómo actuar ante posibles nuevos episodios", destaca la experta.
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