Diferencias entre alergia e intolerancias alimentarias
A día de hoy las alergias e intolerancias alimentarias son muy conocidas. Hoy se habla mucho acerca de la intolerancia a la lactosa, o sobre la alergia al gluten,
pero hasta hace años esto no era del todo así. Puede ser debido,
probablemente, a que hoy en día muchas publicaciones especializadas
publican artículos relacionados con ellas, y también la llegada al
mercado de algunos productos específicos, como por ejemplo es el caso de
la leche sin lactosa y de los alimentos sin gluten.
Pero lo cierto es que aún hoy es muy común confundir la alergia alimentaria y la intolerancia alimenticia, de manera que es habitual utilizar ambos términos –o problemas- como sinónimos, cuando en realidad son bien diferentes.

¿Por qué suele ser normal confundirlos? Probablemente
porque ambos cursan con síntomas similares, pero en la mayoría de los
casos es por el desconocimiento de la persona.
La alergia alimentaria
Se denomina alergia alimentaria a las reacciones adversas que aparecen tras ingerir un alimento,
o bien un aditivo contenido en él, a pesar de desconocerse cuál ha sido
el mecanismo que haya desencadenado dicha reacción. Desde un punto de
vista médico, este término se utiliza sólo en las formas inmunológicas.
A diferencia de la intolerancia alimentaria, mientras que una
intolerancia puede causar que la persona se encuentre mal, la alergia
alimentaria no solo provoca que la persona se sienta mal, sino que
también puede llegar a causar reacciones de riesgo fatales.
La alergia alimentaria aparece cuando el sistema
inmunitario de la persona interpreta que determinado alimento, o aditivo
contenido en él, es un invasor. Esto provoca una respuesta inmunológica
desproporcionada, causando la reacción alérgica. En ella el organismo
libera una serie de sustancias químicas, entre las que nos podemos
encontrar con la histamina. Dicha reacción puede causar síntomas tales
como:
-
Problemas para respirar.
-
Opresión en la garganta.
-
Ronquera.
-
Tos.
-
Dolor de estómago.
-
Vómitos.
-
Urticaria.
-
Inflamación.
-
Disminución de la tensión arterial.

En muchas ocasiones, la reacción alérgica aparece aún
cuando la persona haya solido ingerido una pequeñísima cantidad del
alimento, o a veces incluso con solo tocarlo o inhalarlo.
La intolerancia alimentaria
A diferencia de las alergias alimenticias, existe
una intolerancia alimentaria cuando se produce una reacción adversa a
la ingesta de un alimento o de un determinado aditivo contenido en él,
pero se trata de una reacción no inmunológica.
Esta intolerancia se debe a la acción de alimentos
que contienen determinadas sustancias que causarán una alteración de la
mucosa digestiva, o bien síntomas por su consumo excesivo.

Sus síntomas son similares a los que aparecen cuando
se produce una alergia alimenticia, pero a diferencia de la alergia,
éstos no son graves:
- Náuseas y gases.
- Retortijones abdominales.
- Diarrea.
- Dolor de cabeza.
- Sensación de nerviosismo e irritabilidad.
Como vemos, diferenciar entre una alergia alimentaria
y una intolerancia es importante, ya que aunque suelen cursar con
síntomas similares, la alergia alimentaria sí puede desencadenar
reacciones adversas muy graves para la salud y para la vida de la
persona que la presenta.
Fuente: https://www.natursan.net/alergia-e-intolerancia-alimentaria-diferencias/
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